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DE LA ACCIÓN A LA LETRA: LA NO.FRONTERA (II)La obra de Daniel Acosta, Aníbal Vallejos y Calixto Saucedo
por

Alberto Caballero

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Perteneciente a una serie de tres artículos, son un desarrollo de la conferencia “De la acción a la letra: la no frontera”,  dictada el 9 de agosto de 2008 en EMBA, Escuela Municipal de Bellas Artes de Quilmes, Buenos Aires, bajo la coordinación de Gabriela Alonso. 

presentación

 

La acción como operación fundamental del proceso perfomático, a diferencia del acto como operación fundamental de la representación, deja huella, deja marcas en el cuerpo del artista, y son estas marcas las que lo representan ante el Otro del poder, a diferencia del Otro del saber a quien ha dejado de representar.

 

Estas operaciones le permiten participar, manifestarse, hacer acciones en diferentes contextos, como una manera ‘de decir’ a este Otro del poder, de un poder vaciado de saber, de contenido, una manera de hacer sin poder hacer, ante un Otro que ya no sabe hacer, pero que tampoco deja hacer. Estas operaciones, además, dejan restos, restos imposibles de simbolizar, imposibles de imaginarizar, de hablar o de producir con imágenes. Si no se puede hablar, si no se puede producir imágenes, al artista le queda solo la letra.

 

Actualmente, una serie de artistas jóvenes en América Latina han tomado el relevo: al no poder hablar, al no poder decir, al no tener discurso ante Otro que no.sabe, que no sabe dejar hacer ni puede hacer, el artista hace con su cuerpo, dice con su cuerpo, escribe con su cuerpo. Son estos restos de escrituras, de letras en el territorio, en su cuerpo como territorio, donde la letra deja su acción. Es por ella que queda marcado, es por ella que deja huellas en el Otro en tanto a-social, es por la traza, por el cuerpo de la letra que da el paso mas allá del cuerpo.

 

Ahora el territorio ha cambiado: puede ser la naturaleza, puede ser la ciudad, obras como la de Aníbal Vallejos son ejemplo del esfuerzo por colocarse en ese lugar, la no-frontera, en ese no-lugar de escribir con el cuerpo, algo que no-cesa-de-no-escribirse… para intentarlo otra vez. No-cesa de no.escribirse esa falta-de-discurso del Otro, ese Otro del poder, ese Otro de la falta de saber, esa falta en saber del Otro, lleva al artista a poner su cuerpo como escritura del muro, de la acera, del territorio, del paisaje.

 

De la no-frontera y sus marcas

La obra de Aníbal Vallejos

 

La acción como operación fundamental del proceso perfomático, a diferencia del acto como operación fundamental de la representación, deja huella, deja marcas en el cuerpo del artista, y son estas marcas las que lo representan ante el Otro del poder, a diferencia del Otro del saber a quien ha dejado de representar.

 

Estas operaciones le permiten participar, manifestarse, hacer acciones en diferentes contextos, como una manera ‘de decir’ a este Otro del poder, de un poder vaciado de saber, de contenido, una manera de hacer sin poder hacer, ante un Otro que ya no sabe hacer, pero que tampoco deja hacer. Estas operaciones, además, dejan restos, restos imposibles de simbolizar, imposibles de imaginarizar, de hablar o de producir con imágenes. Si no se puede hablar, si no se puede producir imágenes, al artista le queda solo la letra.

 

Vamos a revisar este punto con más precisión. Los Accionistas Vieneses nos han dejado tres grandes líneas de acción: 1. la 'action painting' que proviene de Jackson Pollock, en el caso de los Accionistas la acción es con el propio cuerpo, pintar con el propio cuerpo, más adelante, Yves Klein y otros han seguido este camino en el que el cuerpo será el objeto;  2. El arte de la acción, se da cuando los artistas dejan el ámbito de la Academia, de la Universidad, para salir a manifestarse en la calle con su propio cuerpo; 3. El cuerpo ocupará el lugar del sujeto, y la sexualidad su representación, las perfomances cargadas de significación sexual intentan producir una nueva nominación en el artista, y cuando no es así, se produce el suicidio. Los Accionistas representan una resignificación radical del arte, y por consiguiente, del sujeto. Será un cambio irreversible: afectará, por un lado, al concepto de acción, de ahí que el cuerpo ocupe el lugar central de dicha (re)presentación; por otro, ahora el espacio será la calle, las plazas... fuera de las instituciones tradicionalmente oficiales... y la sexualidad (hablamos de los años '60) saldrá a la vista de todos. La idea central es la ruptura del adentro-afuera, lo íntimo como es el atelier del artista, lo íntimo como es la sexualidad del artista, se muestran públicamente. Lo íntimo se ha hecho público, hay un cambio radical de realidad.

 

Así como los Impresionistas intentaron con gran éxito llevar las impresiones de la naturaleza al ámbito del museo, logrando representar los cambios (del paisaje, del color, de la luz) imperceptibles al simple espectador, haciendo pequeño lo enorme, encuadrando lo ilimitado, los Accionistas se 'metieron para adentro' para salir afuera. ¿Qué le pasa al artista con su cuerpo, con su yo, con su imagen, con su discurso, con la sexualidad? Y ¿por qué se presenta de imprevisto en la calle, irrumpiendo en la vida ciudadana cotidiana? Se trata de una nueva ruptura, me arriesgaría a decir que es la otra cara de una Banda de Moebius, el afuera se hace adentro, el adentro se hace afuera. Por eso es incómodo, es violento, es amenazador. ¿Por qué el artista se presenta con su cuerpo, muchas veces desnudo? ¿Por qué  muestra su sexo y sus prácticas sexuales tan directamente? ¿Por qué atraviesa la frontera artista-espectador, interrogando al espectador, movilizándolo, incluso haciéndolo participar?

 

Ante la dificultad, o mejor dicho la imposibilidad, de decir, tras la Segunda Guerra Mundial - recordemos que estamos muy próximos a París del '68-  el sujeto buscará otras vías, se inventará otras vías, las denominadas, de aquí en adelante, perfomáticas. Se ha producido la ruptura entre el otro del saber y el decir del sujeto; el decir del sujeto no le supone al otro un saber, pondrá al sujeto al borde de la acción, la acción le impedirá hacer un pasaje al acto. Entonces, los distintos registros se rompen y se reanudan de manera radicalmente distinta: la sexualidad, como lo íntimo del sujeto, se hace pública (Michel Foucault); la política, el poder, como lo íntimo del Estado, también se hace público (los alumnos salen a la calle a manifestarse contra el sistema educativo). El arte va a recoger esta dicotomía íntimo / público para hacer con ella el material de sus realizaciones. De aquí en adelante se tratará de una sexualidad de la acción, de políticas de la acción y del arte de la acción.

 


Gunter Brus, perfomances y 'action painting'
Ya no se trata de la naturaleza del cuerpo en cuanto soporte de las acciones perfomáticas, sino de la naturaleza misma, agujereada, devastada, desolada, intoxicada. Agujerar lo real imposible de agujerear, el cuerpo no tiene agujeros, el cuerpo tiene bordes, agujerar es ir más allá de lo real, imposible de agujerear. ¿Qué hacen los artistas ante esto? Ponen su cuerpo, no la naturaleza de su cuerpo, sino su cuerpo como nueva escritura frente a la naturaleza, dejando huellas, marcas y restos, que de una u otra manera dignifican la naturaleza, le devuelven su traza humana, su traza poética, su traza pictórica.  Artistas como Gina Pane, con obras como Autoportrait(s) (1973) o Pierres déplacées (1968) son ejemplos de este proceso.
Gina Pane, acciones sobre el cuerpo


La huella, la marca, como antecedentes de la letra, son parte del proceso de los primeros perfomáticos con su cuerpo, y luego en su contexto inmediato. En América Latina, los trabajos de Ana Mendieta y Lygia Clark, entre otros, toman el cuerpo y la tierra como orígenes. En América Latina la cuestión del origen, y más tarde la de la identidad, serán valores fundamentales a tener en cuenta para pensar a los artistas perfomáticos locales. En los europeos, la investigación, o mejor dicho la búsqueda, tal como dijimos más arriba,  tiene que ver con el cuerpo, y en particular con el sexo. En los artistas latinoamericanos, no sólo la búsqueda sino también el producto tienen que ver con la tierra, o con la madre: el cuerpo de la madre, como investigación o como búsqueda del origen. Pero el origen de los europeos, de los colonialistas, no satisface a este grupo de artistas: es cierto que la mayoría de ellos se forman en Europa, pero el rechazo de esta formación académica europea los lleva a la búsqueda del origen como rito, de los ritos relacionados con la tierra, con la tierra-madre.



 
algunas obras de Ana Mendieta


Mendieta
y Clark, artistas aparentemente muy distintas, parten de procesos muy diferentes: aunque su trabajo tiene que ver con lo mismo, no llegan al mismo resultado. Mendieta está atrapada en la madre-tierra: la relación directa con la materia, con el territorio, con la naturaleza,  con los productos del cuerpo (como la sangre), con los enterramientos, con los esqueletos lo demuestran a simple vista, aunque parezca que su búsqueda y sus presentaciones tengan que ver con el cuerpo de la mujer. Clark, brasilera de origen pero formada en Europa, lleva su propuesta perfomática a un trabajo de investigación referido a 'la separación'. En sus trabajos individuales o colectivos nos hace ver este proceso desgarrador, de la pérdida de 'la cosa' al encuentro simbólico con el otro; aquí son redes, tejidos, envolventes del cuerpo, lo que que le impide al sujeto separarse del otro materno. Entonces, las acciones perfomáticas serán usadas en este sentido, el sentido del corte.


Algunas obras de Lygia Clark



Muchos han sido los artistas que han tomado este relevo, y con senderos diferentes. Recomiendo particularmente el artículo de Silvio de Gracia para Malabia 'Arte y Acción en Latinoamérica: cuerpo político y estrategias de resistencia', que comienza así: "Hablar de arte acción o de performance en Latinoamérica es referirse a prácticas que históricamente han sido ignoradas, rechazadas y desvalorizadas, tanto por el sistema institucional del arte como por un entorno social poco receptivo a propuestas potencialmente subversivas”. Por otro lado,  el artículo de Clemente Padín para action art, 'El arte de las calles', amplia estas cuestiones relacionadas con el lugar: el cambio radical de lugar para las presentaciones de los artistas perfomáticos, poniendo a la acción y a la acción en la calle como eje de todo el recorrido realizado.

 

Actualmente una serie de artistas jóvenes en América Latina han actualizado muchas de estas cuestiones, al no poder hablar, al no poder decir, al no tener discurso ante Otro que no.sabe, que no sabe dejar hacer ni puede hacer, el artista hace con su cuerpo, dice con su cuerpo, escribe con su cuerpo. Son estos restos de escrituras, de letras en el territorio, en su cuerpo como territorio, donde la letra deja su acción; es por ella que queda marcado, es por ella que deja huellas en el Otro en tanto a-social, es por la traza, por el cuerpo de la letra que da el paso mas allá del cuerpo.

 

Ahora el territorio y el momento histórico han cambiado: se trata de una naturaleza controlada (un parque, una plaza, una calle, etc.) siempre en relación al tejido urbano, a la ciudad. Obras como la de Aníbal Vallejos son ejemplo del esfuerzo por colocarse en ese lugar, la no-frontera, en ese no-lugar de escribir con el cuerpo, algo que no-cesa-de-no-escribirse… para intentarlo otra vez. No-cesa de no.escribirse esa falta-de-discurso del Otro, ese Otro del poder, ese Otro de la falta de saber, esa falta en saber del Otro, lleva al artista a poner su cuerpo como escritura del muro, de la acera, del territorio, del paisaje


Raíces, 2007
Te celebro, 2007



¿ Qué sucede que los artistas pasan de dominar las operaciones con la imagen a dominar las operaciones con la escritura? El cuerpo del artista como letra en el asfalto y como imagen en el muro constituye una no-acción, de una escritura con el cuerpo como letra, de una escritura del cuerpo como imagen. Es una manera de 'hablar' con la imagen y con la letra. Se trata, quizás de dejar el territorio de las representaciones para pasar al territorio del lenguaje: el mensaje, el texto, el fraseo, el repertorio… la letra. Pero la letra en tanto imagen, deja marcas, huellas en el territorio, en el muro, en el asfalto.

La acción ahora deja restos, que son escrituras en el paisaje de la naturaleza, o el paisaje de la ciudad, aunque los contenidos son diferentes, los objetivos son los mismos. Es una escritura que no acaba de no escribirse, es un manifiesto que no acaba de no decirse, de lo imposible a decir, de lo imposible a representar por los artistas: instalar algo de lo real en tanto imposible.

Para cerrar este artículo tomaré algunas notas del propio Aníbal Vallejos:

"Desde mis performances y lo que yo busco o trato en mis trabajos es la no-frontera (como estados impuestos por países). Creo que de a poco estamos volviendo a la prehistoria pero de un modo post yo lo llamo postmodernidad prehistórica (son términos que uso yo para definir mis pensamientos) es por eso que rompo mapas , los mastico , los rayo , los pinto, los como , los escupo. Hoy por hoy los países se unen para derribar fronteras (pasa hoy y pasara en un futuro). Odio las Guerras.

La exclusión es otro tema que me interesa muchísimo porque día a día crece el “qué boliviano de mierda, qué judío, qué sudaca, qué negro, qué gay… . Esto me saca de mí, no puedo creer que esto pase. El otro día veía en el noticiero como en un tren de España un muchacho pateaba e insultaba a una chica por su condición de sudamericana. 

Yo creo que la única frontera es el ser humano, el creador de todo. Creo que no hay diferencias entre hombre y mujer, creo que son modelos establecidos, (es por eso que me suelto el pelo durante mis trabajos, a veces me maquillo según...). Creo mucho en las personas, creo en la unión, NO creo en ningún tipo de etiqueta. Ya no existe el padre y creo que vamos en camino de que la madre tampoco exista."

Otras obras de Aníbal Vallejos en action art

alberto caballero
barcelona diciembre 2009