Marina Abramovic (Belgrado, Antigua Yugoslavia. 1946), Sanja Ivekovic (Zagreb, Antigua Yugoslavia. 1949) y Theresa Hak Kyung Cha (Pusan, Koreal. 1951) son tres artistas afincadas en los Estados Unidos de América. Las tres comenzarán a su producción artística a partir de los años 70, dentro del ámbito de la acción y particularmente en el campo de la performance. Su producción se centrará en las diferentes formas de expresar sus identidades político-culturales de nacimiento (mujer, etnia, religión, estado) utilizando el cuerpo como vehículo de éstas.

Marina Abramovic. Trabaja a través del cuerpo, y a través de este en relación con otros elementos, llevándolo hasta el límite físico de sus posibilidades transformándose en un acto liberador de las diferentes políticas identitarias que la subyugan: políticas de la mujer (The Artist Must Be Beatifull, Role Exchange), políticas de la identidad cultural (cristiana ortodoxa, Serbia, antigua Yugoslavia, obras como Lips of Thomas, Freeing the Memory) y políticas de la familia (Balkan Baroque)

Sanja Ivekovic. Su modo de trabajar se basará en la reivindicación, ya sea reclamar algo a lo que se cree tener derecho o argumentar a favor, o en contra, de algo o alguien. Estas reivindicaciones estarán presentes en toda su producción desde sus primeras obras, basadas en la reivindicación de políticas estatales, como “Trokut”, a través de acciones contestarías con regímenes políticos, pasando por la reivindicación de su identidad social mediante acciones que la relacionan con la memoria histórica de su pueblo, (Osobni rezovi )hasta políticas de género.
Técnicamente parte del cuerpo del artista para poco a poco ir abandonándolo y trasposicionándolo, expresándose a través de cuerpos ajenos en obras como Ženska kuca.

Theresa Hak Kyung Cha. Parte de su desnaturalización cultural propiciada por su exilio a los EE.UU., hasta encontrar su identidad a trabes de la acción.
Su obra, técnicamente, partirá de la performance y del cuerpo el que en un paso evolutivo pondrá en relación con la imagen proyectada.
Paralelamente experimentará con lo fragmentario mediante la letra, el signo, elemento cultural externo impuesto por su situación pero que ella consigue vincular a su identidad relacionándolo con elementos de su cultura nativa.

Pedro Encarnación Carrizosa