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> Bienal de La Habana
http://www.bienalhabana.cult.cu/

 

Desde su creación en 1983, el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam ha tenido como su labor cardinal la celebración de la Bienal de La Habana, espacio de confrontación y reflexión de singular importancia en el escenario artístico internacional, cuyo propósito esencial es contribuir a la investigación, difusión y reconocimiento de las artes plásticas de América Latina y el Caribe, Asia, África y Medio Oriente.

En estas nueve Bienales realizadas hasta el año 2006, han participado como ponentes, conferencistas e invitados a talleres, numerosos expertos cuyo desempeño ha contribuido al mejor desenvolvimiento de cada edición. Podemos mencionar, entre otros, a Lowery S. Sims, Per Hordenak, Adolfo Sánchez Vázquez, Álvaro Medina, Claude Stefan, Juan Acha, Rita Eder, Catherine David, Ida Rodríguez Prampolini, Robert F. Thompson, Roberto Segre, Geeta Kapur, Rashid Diab, Mirko Lauer, Federico Morais, Pierre Restany, Luis Canmitzer, Rogelio Salmona, Fruto Vivas, Alberto Petrina, Pierre Gaudibert, Achile Bonito Oliva, Eduardo Subirats, Dore Ashton, Lucy Lippard, Shifra Goldman, Guy Brett, Rasheed Araeen, Harald Szeeman, Ute Meta Bauer, Ery Camara, Gerhard Haupt, Rhana Devenport, Serge Guibault, Miguel González, Virginia Pérez-Rattón, Cuauthemoc Medina, Leonor Amarante, Nelly Richard, Celia Sredni de Bribragher, Santiago Olmo, Néstor García Canclini, José Luis Brea, Rosa Martínez, Ricardo Porro, Jorge Mario Jauregui, Rolando Barahona, Adelaida de Juan, Graciela Pogolotti, Yolanda Wood, Fernando Salinas, Gerardo Mosquera, Desiderio Navarro, Manuel López Oliva, Eugenio Valdés.

El proyecto de la Bienal de La Habana ha contado siempre con el apoyo logístico y económico del Ministerio de Cultura de Cuba, y ahora con el del Consejo Nacional de las Artes Plásticas como su órgano rector y de las demás instituciones de dicho Consejo (Fondo Cubano de Bienes Culturales, Museo Nacional de Bellas Artes, Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, especialmente). La Bienal se lleva a cabo también gracias al auspicio de la Oficina del Historiador de la Ciudad, el Consejo de la Administración del Poder Popular Provincial de la Ciudad de la Habana, el Complejo Morro Cabaña, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el FONCE, Cubana de Aviación, Aduana General de la República, Havanatur, la Casa de las Américas, el Instituto Superior de Arte, el Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño, entre otras instituciones culturales y sociales de la capital.
 

1ª Bienal de La Habana
Mayo-Junio 1984

 

 

La Primera Bienal de La Habana se llevó a cabo en 1984, con los auspicios de la Dirección de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura, que tuvo prácticamente a su cargo todo lo relativo al evento. Convocada en esa ocasión para Latinoamérica y el Caribe, y con la ayuda de numerosos historiadores y críticos de casi todo el continente, tuvo carácter de concurso en los géneros de pintura, grabado, dibujo y fotografía. Fueron premiados, entre otros, Arnold Belkin, (México), José Gamarra y Carmelo Arden Quin, (Uruguay), Branca de Oliveira y Alirio Palacios (Venezuela), Carlos Alonso (Argentina), Fernell Franco, (Colombia), Gustavo Acosta y Rogelio López Marín (Cuba). Además de la muestra en concurso, se presentaron cuatro importantes exposiciones individuales de Jacobo Borges, (Venezuela), Oswaldo Guayasamín (Ecuador), Roberto Matta (Chile) y Francisco Toledo (México). Asimismo se celebró un Coloquio Internacional sobre la obra de Wifredo Lam. Cerca de 800 artistas -en lo que puede considerarse una cantidad excesiva pero útil en muchos aspectos- de 22 países participaron con más de 2,000 obras.
 

El Monte (1983)
Rogelio López Marín (Cuba)

Traición y muerte de Zapata (1981)
Arnold Belkin (México)

De la serie Memorias del Latifundio (1984)
Alirio Palacios  (Venezuela)

Manos anónimas  (1983)
Carlos Alonso (Argentina)

 

2ª Bienal de La Habana
Del 26 de noviembre al 31 de diciembre de 1986


 

 

 

La Segunda Bienal de La Habana –1986- extendió su alcance a los países de África, Medio Oriente y Asia, luego de iniciados los primeros pasos en busca de una labor curatorial amplia y profunda por el equipo de jóvenes investigadores del propio Centro. De esta manera se iniciaba un largo camino en la búsqueda de aquellos elementos diferenciadores de nuestras expresiones visuales y, al mismo tiempo, de nuestras similitudes en tanto sociedades y culturas unidas por lazos históricos comunes. La Bienal de La Habana abrió en 1986 una vía de reflexión y estudio que más tarde sería asumida por otros eventos internacionales hasta hoy, donde, cada vez con mayor frecuencia, diversas culturas empiezan a reconocerse a través de sus manifestaciones plásticas. La Bienal mantuvo aún su carácter competitivo y figuraron entre los premiados Lani Maestro (Filipinas), Antonio Ole (Angola), Marta Palau (México), Carlos Capelán (Uruguay) y José Bedia (Cuba). El arte del Caribe fue centro de atención y debate en el Coloquio Internacional organizado para la ocasión. Cerca de 700 artistas de 56 países participaron, manteniéndose todavía cifras altas para un evento joven.

Estas dos primeras ediciones ofrecieron una visión panorámica de las orientaciones temáticas, tendencias, modos de expresión y estrategias presentes en la producción visual de las mencionadas regiones. Así, devinieron una suerte de diagnóstico que junto con las opiniones emitidas por críticos, investigadores, profesores y publicaciones prestigiosas de diferentes países, posibilitaron a los organizadores reformular la concepción general del evento y modificar su diseño a fin de profundizar en el conocimiento de las particularidades de nuestra visualidad contemporánea.

Modulación 768 (1986)
Julio Le Parc (Argentina)

Man (1986)
Jogen Chowdhury (India)

Mis caminos son terrestres  (1985)
Marta Palau (México)

s/t
Carlos Capellán (Uruguay )


3ª Bienal de La Habana
Tradición y Contemporaneidad
Del 27 de octubre al 31 de diciembre del 1989

A partir de la Tercera Bienal de La Habana -1989- y como resultado de un serio análisis sobre el otorgamiento de premios dentro de un panorama demasiado diverso, múltiple, heterogéneo, basado en circunstancias materiales y sociales diferentes en cada región y aún en cada país específico, se decidió eliminarlos y dar paso así a una confrontación y reflexión despojada de todo carácter competitivo, mucho más democrática y plural.

Al propio tiempo, se decidió que cada edición se estructurara en torno a un objeto de reflexión, identificado previamente por el equipo de curadores en su labor investigativa como un tópico de interés dentro del debate internacional sobre arte contemporáneo. Ello ha permitido confrontar la variedad de enfoques y puntos de vista, así como de estrategias y recursos manejados por los artistas, para proyectar las diferentes vertientes del objeto de reflexión propuesto. Desde entonces, el Coloquio Internacional también ha convocado al análisis y la discusión teórica de acuerdo con las peculiaridades curatoriales de cada Bienal.

Esta tercera edición focalizó las interacciones entre Tradición y Contemporaneidad en el arte de nuestras regiones. El público asistente pudo disfrutar de un conjunto de exposiciones colectivas e individuales que ofrecieron la posibilidad de profundizar en la tesis apuntada por la exposición Tres Mundos, concebida a manera de ensayo general. La Bienal conjugó armónicamente la presencia de manifestaciones artísticas populares - Muñecas mexicanas, Bolívares de madera, Juguetes africanos de alambre- con la obra de artistas profesionales como Sebastián Salgado (Brasil), Ahmed Nawar (Egipto) y Roberto Feleo (Filipinas), entre otros. En esta ocasión se invitaron artistas pertenecientes a minorías étnicas, radicadas en países altamente industrializados con el fin de sentar bases para futuros proyectos y acercar cada vez más a todos aquellos creadores de nuestras regiones que trabajan y viven en otros contextos socioculturales. Participaron más de 300 artistas de 41 países.
 

Arte popular. Anónimo República Bolivariana de Venezuela

Martha María Pérez (Cuba)

Solomón Belachew (Etiopía)

4ª Bienal de La Habana
Desafío a la Colonización
Del 16 de noviembre al 31 de diciembre del 1991

Dada la inmediatez de las festividades por el Quinto Centenario del Encuentro de Culturas (o el Quinto Centenario del Descubrimiento como se le conoció en casi todo el mundo) el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam consideró la celebración de la Cuarta Bienal de La Habana -1991- como un espacio excepcional para la reflexión acerca del significado de la colonización y neocolonización no sólo de los contenidos de nuestras sociedades y culturas, sino también de los lenguajes e instrumentos manejados en la actualidad.

Junto con El Desafío del Arte, sección que expuso la obra de más de doscientos artistas de nuestras regiones, las muestras Imágenes de este Mundo (fotografías), Amerindios de Canadá, Pintura Bogolán (Mali), Aborígenes Australianos, y las individuales de Luis Camnitzer, (Uruguay), Eugenio Dittborn, (Chile), Raichid Koraichi, (Túnez) y Zerihum Yemtgeta, (Etiopía), entre otras, permitieron constatar desde la perspectiva del arte la heterogénea gama de preguntas y respuestas de los creadores en distintos contextos. Esta edición introdujo por primera vez, y a gran escala, la arquitectura como otro modo importante de configuración del ambiente visual de nuestras culturas. Para ello se dedicó una sección a la obra de algunos de los maestros de la arquitectura contemporánea latinoamericana: Luis Barragán, (México), Walter Betancourt, (Cuba), Joao Vilanova Artigas, (Brasil) y Carlos Raúl Villanueva, (Venezuela). Es importante anotar que en esta edición, la Bienal de La Habana se extendió a las fortalezas de La Cabaña y el Morro, al otro lado de la bahía, incorporando así nuevas edificaciones relevantes de la Ciudad, además de las que hasta ese entonces acogían el evento en el Centro Histórico y que ya pasaban de una decena de magníficas instalaciones. En esta edición de la Bienal participaron más de 200 artistas de 45 países.
 

s/t (1991)
Fulvia Marchezi
(Brasil)

Over my dead body (1988)
Mona Hatoum (Panamá)

Emigrantes (1989)
Graciela Iturbide
(México)

Vía crucis (1989)
Ibrahim Miranda (Cuba)

Ya nada nos pertenece (1991)
Luis Gómez (Cuba)

 

5ª Bienal de La Habana
Arte - Sociedad - Reflexión
Del 6 de mayo al 30 de junio de 1994

Del conocimiento alcanzado a partir de numerosos viajes de estudio realizados hasta ese momento y del intercambio con críticos, curadores y otros expertos, el equipo de curadores de la Bienal de La Habana propuso como eje central de la Quinta Edición, celebrada en 1994, Arte, Sociedad y Reflexión, el cual puso de manifiesto los estrechos vínculos existentes entre la producción artística y los conflictos contextuales, como cualidad consustancial a toda una zona del arte contemporáneo de nuestras regiones. Dada la amplitud del tema, el equipo de curadores jerarquizó cinco de los aspectos abordados críticamente por los artistas para articular en torno a ellos las exposiciones del evento: el entorno físico y social; las diferentes expresiones de la marginación y las relaciones de poder en la esfera del arte; el fenómeno de las migraciones y los procesos interculturales; los conflictos del ser humano que habita en "la periferia de la postmodernidad" y, por último, las apropiaciones y entrecruzamientos culturales, los cuales constituyeron los argumentos puntuales que configuraron el discurso general. La Bienal de La Habana alcanzaba así un grado de madurez indiscutible y ganaba con ello mayor reconocimiento internacional. En ella participaron más de 200 artistas de 43 países.
 

Un canto a mí mismo (1994)
Carlos Capellán (Uruguay)

Myths of creation and destruction I (1994)
Agnes Arellano (Filipinas)

s/t
Keith Piper (Reino Unido)

La Regata (1994)
Alexis Leyva Machado (Kcho) (Cuba)

Imposibilia (1994)
Helen Escobedo (México)

A book thick of ocean (1993)
Lani Maestro y Lourdes Grobet (Filipinas)

 

6ª Bienal de La Habana
El Individuo y su Memoria
Del 3 de mayo al 8 de junio de 1997

Cercano ya el fin del siglo XX, y el segundo milenio de la historia de la humanidad, se celebró la Sexta Bienal de La Habana -1997- que por segunda vez se hacía cada 3 años. Condiciones económicas difíciles y un contexto internacional extremadamente delicado a partir de los cambios producidos en el extinto campo socialista no permitían una sistematización ordenada del evento. Por ser éste un momento propicio para la revisión y relectura de lo acontecido en cada una de nuestras sociedades, en virtud de una mejor comprensión del presente y una eficaz proyección del futuro, el equipo de curadores, consideró oportuno estimular una reflexión acerca de El individuo y su memoria.

El evento mostró la obra de un considerable grupo de artistas que ha apelado a diversos registros de la memoria con el propósito de reafirmar su condición humana y social. La crisis de valores éticos y espirituales así como los conflictos existenciales, fueron reflejados en proyectos a través del sobredimensionamiento del cuerpo y del uso de objetos propios que asumen una connotación simbólica y que revelan un sentido de pertenencia o explicitan su capacidad de evocación. Otras obras evidenciaban el interés por la revisión de la propia historia del arte, la vindicación de elementos preteridos de las llamadas culturas subalternas, lo vernáculo, lo kitsch, la recuperación de pasajes ignorados por la historia oficial y el rescate del patrimonio arquitectónico, entre otros aspectos.

De esta manera se logró una coherente expresión de registros, muchos de ellos con base fotográfica. Se articularon las obras expuestas en dos áreas: la Memoria Individual, familiar, íntima; y la Memoria Social; histórica, cultural, a modo de dos grandes núcleos, modificando una vez más la estructura física y museográfica del evento, y denotando así un cierto grado de flexibilidad, apertura y capacidad de acomodo a las propias realidades cambiantes en nuestros contextos. En esta Bienal invitamos nuevamente artistas nacidos o nacionalizados en Europa, Estados Unidos o Japón (este último por primera vez) dado el interés en confrontar obras y propuestas similares a las de nuestras regiones. Participaron 170 artistas de 41 países.
 

Colombia. 5:00 GMT (1995)
Edith Arboláez
(Colombia)

Viajes al interior (1996)
Cecilia Paredes (Perú)

Sueños de papel (1997)
Flavio Pons (Brasil)

Malandro mágico y religioso (1996)
Edgar Moreno
(República Bolivariana de Venezuela)

En la barbería no se llora (1997)
Pepón Osorio (Puerto Rico)

El retorno del olvidado (1996)
Roberto Huarcaya (Perú)

 

7ª Bienal de La Habana
Uno más cerca del otro

Del 17de noviembre del 2000 al 6 de enero del 2001

En el año 2000 se realizó la Séptima Bienal de La Habana bajo la divisa Uno más cerca del otro con el objetivo de analizar la problemática de la comunicación entre los seres humanos a partir de las condiciones creadas por las nuevas tecnologías de la información, y que sin duda alguna han generado nuevos comportamientos individuales y sociales. A su vez el propio sistema del arte se ha visto afectado por esta circunstancia, dado que han aparecido nuevos soportes para la circulación de las obras, así como para su comercialización, y siguen estando presentes problemas heredados de las maneras de exhibición tanto en espacios cerrados como abiertos. Esto ha influido en la relación del artista con el público, del artista con la comunidad, con la ciudad, y ha replanteado la integración del arte al hábitat cotidiano. Para reflexionar sobre estas cuestiones, y otras, fueron invitados 170 artistas y 9 grupos de creación, que sumados se acercaron a la cifra de 205 artistas de 43 países.

Por vez primera se realizaron intervenciones urbanas en varios sitios de la zona histórica de la capital y de su zona moderna mediante proyectos de gráfica mural y la realización de obras en espacios semi abandonados que permitieron la participación de miembros de la comunidad o el barrio donde se llevaron a cabo. También por primera vez se efectuó un Encuentro Internacional de Estudiantes de Arte en la sede del Instituto Superior de Arte de La Habana.

De manera destacada la arquitectura tuvo una presencia significativa en esta Bienal por medio de diez exposiciones de Cuba y de otros países de América Latina y Europa, así como de un Encuentro de Arquitectura y Urbanismo donde debatieron más de treinta especialistas.
El Encuentro de Teoría y Crítica de la Séptima Bienal de La Habana atrajo la atención de casi 40 expertos de todo el mundo durante cinco días. Se discutieron aspectos relacionados con el asunto central de reflexión y el papel de las Bienales en el mundo contemporáneo, a lo cual contribuyó también una Mesa Redonda donde tomaron parte algunos de los curadores de las más importantes Bienales del mundo.

Resultó relevante la amplia muestra de arte cubano contemporáneo realizada en toda la red de galerías y espacios alternativos de La Habana, elevando a más de 60 los lugares que se podían visitar durante los 50 días que duró la Bienal. Por último, en esta edición se exhibieron muestras especiales de Wifredo Lam, Helio Oiticica y Jean Michel Basquiat, mientras que en su Encuentro de Arquitectura participaron artistas y arquitectos de los países nórdicos por primera vez; y como experiencia interesante se efectuó la primera Muestra Internacional de Expresiones Audiovisuales y Multimedia y se realizaron un Taller de Cerámica y el Taller de Máscaras, con la participación de niños y adolescentes y el Taller de Ideas organizado por la institución Zerynthia, de Italia.
 

Witness (1999)
Susan Hiller (Reino Unido)

Turismo ( 2000)
Leandro Erlich y Judi Werthein
(Argentina)

El Paseante (2000)
Nadín Ospina (Colombia)

Never mind (2000)
Luis Gómez (Cuba)

Gift (regalo)  (1999)
Grupo Escombros (Argentina)

1, 2, 3, Probando (2000)
Galería Dupp (Cuba)

 

8ª Bienal de La Habana
El Arte con la Vida

Del 1 de noviembre al 15 de diciembre del 2003

La octava edición de la Bienal fue realizada en noviembre del año 2003, bajo el espíritu del Arte con la Vida. La vinculación entre estos ámbitos había sido, desde ediciones anteriores, una preocupación del equipo curatorial, y algunos proyectos habían reafirmado la necesidad de incluir propuestas que beneficiaran el intercambio, las transferencias mutuas entre ambos campos. Precisamente, uno de los objetivos de la séptima edición fue validar la relación del arte con el público y establecer espacios de convivencia donde la interrelación y comunicación transcendieran el hecho artístico en sí mismo.

Esta Bienal tuvo entre sus objetivos posibilitar reflexiones sobre la vida cotidiana, sus conflictos y bonanzas, los problemas y semblanzas de nuestras ciudades, el rol del arte en los territorios de coexistencia, la validez del dimensionamiento de las zonas de realización estética, la resignificación de procesos, la jerarquización de las posibles relaciones entre este genérico par categorial (arte- vida), incluyendo sus fracturas. Asistieron a la cita un total de 157 artistas de 49 países del Tercer Mundo y otros de Europa, América del Norte y Australia.

Además exposición de las obras de los artistas invitados, se presentaron interesantes proyectos especiales: en el Pabellón Cuba estuvo 4D, co- curado por los especialistas del Centro Lam y los integrantes de RAIN, grupo multinacional de artistas y arquitectos. Partiendo de la primaria modificación del espacio mediante el uso de una estructura de andamios, los artistas invitados al proyecto encontraron allí el lugar para sus obras; el dinamismo de los espacios creados permitió también la presentación de multimedias, como las del Grupo Bijarí y Daniel Lima, de Brasil. El Pabellón también acogió la Muestra de Cine de los años 60 y la de Video, esta última organizada a partir de las zonas geográficas, países o ciudades comentados en los materiales. Se presentó además el filme Pabellón Cuba, del cubano Juan Carlos Alom, obra de ficción concebida a partir de filmes y documentales cubanos de los años 60. Por otro lado, el proyecto Mover las Cosas, en el barrio de Alamar, coordinado por el grupo de arquitectos y diseñadores cubanos Espacios, invitó a un grupo de creadores a intervenir las viviendas en un edificio de microbrigada, a cualificar los espacios mediante propuestas que, en vez de agredir el entorno, tuvieran relación con el ambiente original de los moradores. Se llevaron a cabo también el Encuentro de Performance, la exposición Maneras de Inventarse una Sonrisa, curada por Caridad Blanco y el proyecto comunitario Isaroko, en el solar La California, organizado por Roberto Diago, y en el que participaron los cubanos Manuel Mendive, Eduardo Roca (Choco), la brasileña Fabiana de Barros y Betsabée Romero, de México.

El Forum Arte-Vida acogió a artistas, críticos, historiadores, expertos y personalidades de diversos países, quienes debatieron temas relacionados con el arte y la vida cotidianos, la bienal, los curadores, las nuevas formas de exhibir el arte, entre otros tópicos.
 

Reconstitución de una tribu perdida (2003)
Ernest Breleur (Martinica)

La flor del tiempo (2003)
Guaraci Gabriel Campo (Brasil)

Fiteiro Cultural (2003)
Fabiana de Barros (Suiza)

Hogar (2003)
Aimeé García (Cuba)

 

9ª Bienal de La Habana
Dinámicas de la Cultura Urbana

Del 27 de marzo al 27 de abril del 2006

Desde que asistimos al incontenible proceso de industrialización, las ciudades se han convertido en lugares superpoblados y han devenido plataforma o territorio de fenómenos sociales realmente complejos que trascienden su crecimiento incontrolado.

La ciudad es el lugar en el cual se entrecruzan las historias, las vidas y las culturas de muchos seres y grupos sociales. De ahí que a través del tiempo se haya construido sobre todo a partir de la legítima hibridación de lo heterogéneo y la concentración . En ella conviven las más disímiles expresiones de vida y cultura, desde el glamour de lo llamado culto hasta lo vernáculo.

Ya poco importa la diferencia entre una ciudad de un país desarrollado y uno no desarrollado para encontrar en ellas conflictos similares, imágenes análogas y formas de vida en las que lamentablemente imperan la violencia, la falta de comunicación afectiva, la polución, la contaminación y el caos.

Las ciudades son portadoras de los mensajes hegemónicos, del exceso de propaganda, de imágenes banales y del espectáculo. Grandes comerciales, pantallas y lumínicos saturan las calles y avenidas con el único objetivo de vender bajo una severa y seductora compulsión todo lo que produce un sistema que se sostiene del consumo indiscriminado, mientras se homogeneiza la semblanza de los contextos, cuya distinción se pone en peligro por la pérdida de sus peculiaridades identitarias.

Cierto es que en los últimos tiempos se viene produciendo una desintegración de los conceptos sobre la ciudad moderna, en la cual predomina la desestructuración de los espacios, la atomización y fragmentación de la trama y sus funciones, la polarización extrema de una cartografía dual, en la que se entrecruzan nuevas tipologías que suplantan las funciones antes subordinadas a los espacios tradicionales de la vida pública y doméstica. Un nuevo orden de indicaciones simbólicas, poderes y mutaciones territoriales transforma las nociones tradicionales del centro, de parques y de plazas. Se fortalecen los nuevos signos, los nuevos íconos que soportan la autosuficiencia corporativa y legitiman la representatividad visual y funcional de los mega-mall o shoping-center, una estrategia que encuentra un precario correlato en el mercado informal y el ambulantaje característicos en nuestros países.

Asimismo, a la ciudad tradicional o moderna le sustituyen las alternativas posmodernas de la miniciudad autónoma y aislada, de la megaciudad, o la versión más compleja de la actual urbe, la megalópolis, que define la operación inédita de "conurbanización", es decir, la fusión de grandes núcleos habitacionales colindantes entre si que disuelven indefinidamente los bordes de la ciudad, sobre todo en los países desarrollados. Al sur del Ecuador, los países han experimentado, en su mayoría, procesos de desarrollo truncos y por ello quizá no sobresalga la opulencia, sino más bien la tugurización del hábitat, la contaminación de los antiguos centros de la ciudad colonial hasta los cinturones de pobreza que rodean a las urbes, llámense favelas en Brasil, cerros en Caracas, pueblos nuevos en Lima o comunidad en Filipinas. Pero unos y otros no hacen más que compartir infraestructuras insuficientes, propensas a la intensificación de los conflictos sociales, la segregación y la inseguridad.

Claro que el fenómeno es lo suficientemente complejo como para acuñar un modelo, o un canon específico y depende de las características y condiciones de cada contexto y experiencia particulares; pero el nomadismo contemporáneo ha cambiado la cartografía de la escena urbana, al introducir nuevos individuos y grupos sociales dentro de la megalópolis y con ellos, una nueva forma de movilidad e interrelación de los mismos. Habría que mencionar la inestabilidad de un sujeto que pierde su noción de ubicación estable en tiempo y espacio y debe rehacer sus coordenadas de orientación según nuevas prácticas de inserción en el corpus colectivo y en la trama citadina.

Obviamente la ciudad posee una naturaleza conflictual, con bondades y contradicciones irresueltas, que explican su protagonismo en las reflexiones de hoy. Como territorio de desplazamiento y fusión da cabida también a múltiples expresiones culturales, al surgimiento de fenómenos típicos de una convivencia otra, una suerte de multiculturalidad, lo cual se manifiesta por ejemplo en el lenguaje, clave urbana que trasciende cualquier sustrato cultural e incluso idiomas. Estímense manifestaciones como el Rap, la gráfica e imagen de los subways de las zonas periféricas o de barrio.

La ciudad también exhibe un rostro menos dramático, en tanto espacio por excelencia para el desarrollo de múltiples y disímiles funciones sociales, para la resignificación de lo existente o el replanteamiento - en términos menos convencionales- de experiencias interactivas, en las cuales se dimensionan los rasgos distintivos de expresiones culturales que enuncian un nuevo tipo de relación entre diferentes grupos sociales y entre éstos y el espacio público.

En este complejo universo de códigos y conductas heterodoxas se pueden distinguir aquellos que provienen de una cultura popular, identificada muchas veces como elemento de identidad, pese a su controversial devenir. La cultura popular, antes restringida a ciertos sectores poblacionales, adquiere en estos tiempos una notable significación, por su protagonismo y nadie escapa a sus efectos a nivel simbólico, ni aún en el comportamiento, en especial en los núcleos urbanos, por muy pequeños que estos sean. De hecho, muchas expresiones de lo popular se han convertido en elementos constitutivos de un discurso estético que se torna visible en todos los medios concebidos para la comunicación y para el entretenimiento. Resulta difícil soslayarlas, aun cuando reconozcamos que los desdibujados bordes en esa relación deja resquicios a las dudas sobre la autenticidad de muchos de sus expedientes constitutivos.

La Bienal de la Habana pretende llamar la atención sobre la cultura visual contemporánea, la cual le debe mucho a la preeminencia de los componentes populares en el escenario urbano, la arquitectura si se quiere con sus valores y reapropiaciones y el prontuario de elementos gráficos que hacen de esta relación una urdimbre compleja, coherente en ciertos casos, efectivamente caótica en otros, pero sin dudas imprescindible en el paisaje de la vida cotidiana.

Por otro lado, desea privilegiar una vez más las prácticas artísticas que toman en cuenta la participación de diversos sectores sociales en la conformación de sus imaginarios y junto a ello la pertinaz pero necesaria aspiración, de tender puentes de conciliación entre el arte, el artista y el público.

La mezcla y la superposición son condiciones de la cultura urbana y ello propicia la disolución de límites en la aceptación de expresiones y conductas. La hibridez, la transdisciplinariedad y la pluralidad se expanden propiciando asi una nueva mirada ante los fenómenos culturales, que reformulan los conceptos de autenticidad, gusto, representatividad. Códigos y campo simbólico son reordenados o deconstruídos en virtud de una relectura más flexible, sincrética, descentralizada, transgresora, que potencia lo antes marginado. Como capital simbólica, la ciudad es el territorio en el que podemos explorar nuevas potencialidades visuales, para encontrar otros universos posibles y expandir el alcance restringido de las producciones de la visualidad, más allá del recinto amurallado de la galería, del museo o del espacio perverso del mercado.

La Novena Bienal de la Habana aspira a involucrar a instituciones culturales, docentes, científicas y sociales, con el propósito de adecuar su estructura a las exigencias que la vida contemporánea y las modificaciones en el pensamiento y en la propia naturaleza del arte demandan de este tipo de evento, de modo tal que redunde en beneficio real para el acontecer social y cultural de la ciudad que le sirve de escenario.

Junto a las exposiciones y proyectos especiales, el diseño del evento contempla en esta ocasión otros núcleos igualmente significativos, como la realización de talleres a materializar en escenarios urbanos, o la intervención en espacios privados del hábitat, como continuidad de experiencias análogas precedentes.


 

Dolores de Argentina (2006)
Dolores Cáceres (Argentina)

Raio X  (2005)
Guaraci Gabriel Campo (Brasil)

Visionario (2006)
Anavia (España)

s/t
Coco 144 (Estados Unidos)

Lap Pool (2002-2004)
Rodney Glick (Australia)

10ª Bienal de La Habana
Integración y resistencia en la era global
Del 27 de marzo al 27
de abril de 2009

La Bienal de La Habana, espacio de confrontación y reflexión de singular importancia en el escenario internacional de las artes plásticas, cumple 25 años con su décima edición, la que reunirá, del 27 de marzo al 30 de abril de 2009, a más de doscientos artistas de unos cuarenta países. “Integración y resistencia en la era global” será el eje central de reflexión. Proyectos y obras de América Latina y el Caribe, África, Asia y Medio Oriente, y en menor escala de Norteamérica, Europa y Australia, abordarán la problemática de integrarse a un mundo global altamente complejo por las particularidades de tantas sociedades y culturas, y la manera en que se trata de resistir las corrientes hegemónicas que pujan por homogeneizar, desde otros territorios, el repertorio de ideas y formas.

Sin pretender ofrecer soluciones o respuestas a una realidad que día a día revela la complejidad de su entramado desde diversos ángulos y perspectivas, la Décima Bienal de La Habana aspira a reflexionar sobre tan interesante y vigente fenómeno moderno, que constituye uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta el debate acerca de la identidad de individuos, grupos, comunidades, países y regiones.

Una vez más las edificaciones coloniales del Centro Histórico y otros espacios culturales serán dotados de nuevo sentido y significación para que los visitantes recorran una ciudad donde confluirán propuestas transdisciplinarias, procesuales y de experimentación en las artes visuales y en otras manifestaciones de la cultura.

La realización de su décima edición será una circunstancia propicia para estimular la reflexión sobre la historia de la Bienal de La Habana y los presupuestos que sirvieron de base para convocar hace cinco lustros, en un clima genuino de acercamiento, a creadores de América Latina y el Caribe, Asia, África y el Medio Oriente.

Marcela Díaz
Ronald Duartes
Javier Abreu
Rafael-Hierros

 

11 ª Bienal de La Habana
" Prácticas artísticas
e imaginarios sociales "

8 de mayo - 11 de junio  de 2012

http://www.bienalhabana.cult.cu/

ARTISTA INVITADA
MARINA ABRAMOVIC

Jueves 10 de mayo
Performance “Las cabezas”. Manuel Mendive.
Proyección de la película “The Artist is present” de Marina Abramovic
Teatro Miramar.

Sábado 12 de mayo
Performance, Joëlle Ferly
Parque Villalón. Calzada y D. Vedado.
Domingo 13 mayo
Presentación. Marina Abramovic
Teatro Miramar.
Sábado 19 de mayo
Performance en escena de Mariela Brito

> programa





 

Flyers
La Cabaña, Pabellón A, Bóveda 5, 6 y 7

http://www.cnap.cult.cu/11bienal/expocolaterales/flyers

Curaduría General: Andrés D. Abreu
Curadores invitados: Silvio de Gracia y Katarzyna Kozaczyk
Artistas: Alberto Lago, Alejandro Campins, Flavio Garciandía, Francisco Alejandro El Jim, José Eduardo Yaque, Lester Álvarez, Michel El Pollo Pérez, Odey Curbelo, Raúl Cordero, Humberto Díaz, Adonis Flores, Marianela Orozco, Carlos Martiel, Deng Dafei (China), Eva Drangsholt (Noruega), Gruppo Sinestético (Italia), Baggenstos-Rudolf (Suiza), Renny Barrios (Venezuela), Dorota Buczkowska (Polonia), Kama Czudowska (Polonia), Silvia Giambrone (Italia)
Ubicación: La Cabaña, Pabellón A, Bóveda 5, 6 y 7

 

 

Flyers se presupone como una emanación de interrogantes y provocaciones que incitan a interdialogar con la experiencia del propio pensamiento universal, dotado de afirmaciones como las de Breton quien consideró que la imaginación no era un don, sino un objeto de conquista por excelencia -lo que ya implica que alcanzarla conlleva un acto de esfuerzo y beligerancia hacia una liberación. Lo esencial es la contingencia, dice Sartre en La Náusea. La imaginación pura (carente de conceptos) es un engaño, plantea Klaus Vieweg; y alcanzar la plenitud de esa anhelada libertad que presupone imaginar es por tanto un proceso no de supresión de la “idea”, sino un epítome de las ideas desde una relación inteligente con el propio mundo, un acto de aprehensión y expresión en síntesis de sus esencias.

Durante muchos años, la revista Inter, art actuel está trabajando con la Bienal de La Habana,
permitiendo que varios artistas de Quebec puedan participar en este evento internacional orientado al arte.
El año pasado, el coordinador de la revista, Richard Martel, propuso a la organización de la
Bienal incluir en el marco del Evento Teórico un panel sobre "La acción de arte en el espacio
público ". El tema de la Oncena Bienal de La Habana es "Prácticas artísticas e imaginarios
sociales ". La revista ha seleccionado colaboradores involucrados en estas prácticas para que tomen una posición: Alain Snyers, Apisuk Chumpon Apisuk, Silvio de Gracia, Víctor Muñoz, Marc Mercier y Helge Meyer.
Un corpus variado, tanto geográfica como históricamente!



revista Inter, art actuel
http://www.inter-lelieu.org/FR/inter_publie.php

colaboradores:
Alain Snyers, Apisuk Chumpon Apisuk, Silvio de Gracia, Víctor Muñoz, Marc Mercier y Helge Meyer.
Adonis Flores

Marianela Orozco