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> Acera imposible
Articulaciones urgentes
Bárbara Fetís
Casilda Sánchez
Elena Bouza
Del 14 al 24 de septiembre de 2006

 

 

"En la primera fase del proyecto desarrollamos un trabajo de campo del barrio de Malasaña, proceso que seguimos habitualmente. Observamos una falla relevante en nuestro entorno: nos sorprendió la disposición de las calles, donde la acera, por su insuficiente tamaño, sólo permite el paso a un único viandante. Los habitantes de este barrio se ven condicionados por esta nefasta distribución del espacio, a caminar por la calzada y por tanto, a infringir la ley. La calzada ha sido ensanchada en detrimento de la zona dedicada al peatón a medida que pasa el tiempo, dado que prima el papel del vehículo sobre el del peatón.

Al unísono contemplamos la ausencia de pasos de cebra, lo que impide cruzar de una manzana a otra sin, de nuevo, infringir el reglamento. Esta estructura de las calles convierte al caminante en un autómata que se limita a seguir los pasos del que va justo delante. Condena al paseante a circular ineludible e incesantemente alrededor de una misma manzana y en fila india, ya que el ancho de las aceras no permite otro movimiento.

Recordemos además los bolardos, rígidas delimitaciones de nuestras calles impuestas de forma artificial sin ningún respeto hacia la circulación natural del viandante.

Nos corresponde repensar estas fronteras que nos cortan el paso y nos obligan a caminar en una única dirección.

El espacio público, en este caso el espacio de circulación, sigue una dialéctica de lo que podríamos llamar arquitectura carcelaria. Al ofrecer en la sala lo que no acontece en calle, invitamos a la reflexión y a la acción frente a este usual escenario urbano.

La propuesta radica en una instalación que consta de la recreación de una acera en el interior del espacio expositivo.

En la primera sala, en el territorio se dispondrá una superficie compuesta de siluetas en negativo de adoquines (recortadas en vinilo) y colocadas de modo que formen un dibujo simétrico.

El suelo de la sala contigua estará cubierto por los positivos de los adoquines resultantes de la instalación anterior. Éstos están pensados con el propósito de ser tomados y por extensión utilizados por los visitantes. Debido a su característica de pegatina, el espectador que se encuentre con una acera imposible tendrá la oportunidad de pegar uno de estos adoquines blancos en la negra calzada, responsable del trágico destino de ese espacio de paso.

Fondo y figura, lleno y hueco, tienen la misma importancia y así se suceden linealmente. Por tanto, el alcance de la fuerza visual de la repetición, así como la imagen de la masa de adoquines, contribuyen a nuestro objetivo: Estimular el pensamiento acerca de esta situación en el centro de Madrid.


La circulación del espectador que se adentre en la pieza ACERA IMPOSIBLE no se verá condicionada debido a la diáfana distribución del espacio. Recorrido que invita al visitante a la experiencia del espacio y del camino como hecho simbólico. La propuesta viene a ser una solución alegórica al tiempo que invita a la acción.

Se recopilarán hojas de firmas, con el fin de reclamar una revisión de los espacios dedicados al peatón en el barrio de Malasaña.

por una ACERA POSIBLE

por un ensanchamiento de la acera

por un tránsito digno.