Zhang Huan
Fundación Telefónica, Madrid
Del 9 de junio al 26 de
agosto del 2007
http://www.telefonica.es/fundacion

volver

 


> catálogo

Fundación Telefónica presenta en el marco de PhotoEspaña 2007 la primera retrospectiva que se celebra en España de este artista que utiliza la performance como medio de expresión artística.

Influido por la tradición ritual oriental, Zhang Huan (An Yang City,1965) utiliza la performance como medio de expresión artística. Valiéndose de la experimentación de sensaciones extremas sobre su propio cuerpo, pretende explorar el interior del sujeto y su fragilidad, y desentrañar las relaciones entre cuerpo y espíritu . Para Zhang Huan el cuerpo es la vía a través de la cual se percibe y se es percibido: “el cuerpo es la prueba de la identidad. El cuerpo es lenguaje”.

Tras su formación académica en pintura, en 1991 se traslada a Pekín y es uno de los primeros artistas chinos en usar la performance. El clima de represión del momento propiciará que Zhang Huan se concentre en su entorno más inmediato, en su propia persona y en su cuerpo. En 1998, el artista se traslada de Pekín a Nueva York y en 1999 aparece representado en la exposición sobre arte chino contemporáneo organizada por el P.S.1 de Nueva York. Actualmente reside en Shanghai.

La trayectoria artística de Zhang Huan, que se expone por primera vez en España de manera retrospectiva, representa la experimentación con la esencia del ser humano en su límite entre la individualidad y la colectividad. El artista aborda distintas temáticas a través de situaciones de extrema soledad y sufrimiento. La desolación o el aislamiento que supone la vida en la ciudad, la degradación y abandono de los espacios públicos y el enfrentamiento del hombre con la naturaleza son algunos de sus motivos recurrentes. La presión de distintos ambientes y situaciones, siempre desde una mirada autobiográfica, es el punto de arranque de sus acciones.

De sus primera obras íntimas, acerca del sufrimiento del individuo distante y aislado pasará a realizar performances cada vez más complejas, en las que se sirve del impacto que provoca el choque de las culturas oriental y occidental, para reflexionar sobre temas como las religiones o los problemas de la sociedad actual.


 

HOMELAND, 2002

 

 

Volví a mi querida tierra natal diez años después de haberla dejado. Miré al cielo y la tierra y los encontré igual que antes. Todo seguía siendo igual de pobre y carente de alma. Intenté cambiarlo.

 

FAMILY TREE, 2000

 

 

Esta obra habla de la historia de la familia, de su espíritu. En el centro de mi frente se lee el texto "Mueve la montaña por tozudo" (Yu Kong Yi Shan). Esta historia tradicional china es bien conocida entre el pueblo llano. Habla de determinación y de retos. Si realmente se quiere hacer algo, entonces es posible. Otras historias hablan del destino humano, como si fuese una especie de asunto divino. Tus ojos, tu nariz, tu boca, tus oídos, los pómulos y tus lunares indican qué futuro te aguarda en cuanto a salud, sexo, enfermedades, etc. Siempre he sentido que la vida de los seres humanos está regida por una especie de destino misterioso contra el que no se puede hacer nada, que no  se puede controlar de modo alguno, que simplemente ocurre. Hace cerca de un año que me duele el lado izquierdo del pecho y últimamente la cosa ha empeorado. Lo considero un mal presagio y temo que pueda pasar algo imprevisible. Hay muchos hechos en la  vida sobre los que no tenemos ningún control. El adquirir cultura nos va suavizando lentamente y nos oscurece el rostro. Es imposible cambiar las características y la personalidad con la que has nacido. De una sombra por la mañana pasamos, de pronto, a la oscuridad de la noche; del llanto del recién nacido a un hombre de pelo cano, echando una última mirada  al mundo y al recuerdo de una vida ilusoria. En mi serie de autorretratos encontré un mundo que Rembrandt olvidó. Trato de ampliar ese momento. Le pedí a tres expertos en caligrafía que escribiesen textos en mi rostro, desde primera hora de la mañana hasta la noche. Les indiqué lo que debían escribir  y les recordé que debían mantener una actitud seria al escribir los textos, aún cuando mi rostro se hubiese vuelto oscuro. Mi rostro fue cambiando, como la luz del día, se fue oscureciendo poco a poco. No me puedo reconocer. Mi identidad ha desaparecido.

 

MY BOSTON, 2005

 

De joven, mi madre me dijo en una ocasión: "Tienes que estudiar mucho para que cuando crezcas tengas un futuro brillante". Pero a mí nunca me gustó leer libros. Cada vez que leía un libro mi mente se evadía y caída rendido de sueño. Probé muchos métodos distintos para mantenerme despierto y concentrarme. Por ejemplo, me mordía las manos, me clavaba la pluma en el cuerpo y en invierno, metía la cabeza en un cubo de agua helada. Pero no podía evitarlo. Olvidaba lo que acababa de leer en el acto, y leía y volvía a leer sin memorizar ni mucho menos entender nada. Algo más tarde tuve una gran idea. Pensé en arrancar una página de un libro cada día y comerla, pero resultó que no la podía digerir y que la defecaba igual que la había comido. Soñaba con libros. En uno de mis sueños un viento muy fuerte hacía volar todos los libros que había tenido. Y de pronto, en un abrir y cerrar de ojos, todos los libros estaban flotando  en un río que iba hacia el Este. Era algo impredecible. Lo que más me impresionó de Boston fue que todo el mundo era académico o erudito. Los libros son como un yugo, ahogan a la gente.

 

El explorador del cuerpo
Isabel Lafont
El país, sábado 9 de junio de 2007

"Una muestra del trabajo de Zhang Huan  se puede ver desde ayer en la Fundación Telefónica, donde se inauguró una retrospectiva del trabajo del artista..."

"La muestra consta de 70 obras que abarcan trabajos realizados en los últimos diez años. Buena  parte de éstos  son las fotografías que han documentado las performances que se han convertido en la marca de Zhang Huan. El artista, para quien el cuerpo es el lenguaje, ha utilizado sus actuaciones para expresar diversos sentimientos. En algunos casos, el uso de su propio cuerpo ha bordeado el masoquismo. Como cuando se encerró en un baño público y , tras rociarse el cuerpo de aceite de pescado y miel, se dejó cubrir de moscas..."

"También está presente en la obra de Zhang Huan, frente al horror al vacío occidental, el concepto budista de vacío: "En el budismo no existe ni presente ni pasado ni futuro. Todo está impregnado de vacío y yo, como persona normal, quiero saber qué se siente al alcanzar ese estado de conciencia (...) Yo quiero incorporar a mis obras ese elemento, ese estado de vacío."

"El año 1998 marcó un hito en su carrera al participar en la muestra Inside Out. New Chinese Art y convertirse en uno de los artistas chinos contemporáneos más emblemáticos..."